La moringa es una planta de origen tropical que proviene de la región del sur de Asia. Sin embargo, debido a su creciente popularidad y sus numerosos beneficios para la salud, se ha extendido su cultivo a diferentes partes del mundo, incluyendo España.

En España, la moringa se cultiva principalmente en zonas con un clima cálido y mediterráneo, como la región de Andalucía.

En esta región, específicamente en las provincias de Málaga y Cádiz, se han establecido varias granjas dedicadas al cultivo de moringa. Estas granjas aprovechan el clima soleado y las temperaturas moderadas para proporcionar las condiciones ideales para el crecimiento de esta planta.

El suelo fértil y bien drenado es otro factor importante para el cultivo de la moringa en España. Las tierras cercanas al mar son especialmente propicias para su desarrollo, ya que la moringa prefiere suelos con un pH neutro.

Además de la región de Andalucía, también se han iniciado cultivos de moringa en otras partes de España, como en las Islas Canarias, donde el clima subtropical y las condiciones favorables permiten su crecimiento.

En resumen, la moringa se cultiva en diversas zonas de España que ofrecen un clima cálido y mediterráneo, como Andalucía, incluyendo las provincias de Málaga y Cádiz, así como en las Islas Canarias. Estas regiones proveen las condiciones ideales, incluyendo un clima soleado, temperaturas moderadas y suelos adecuados, para el cultivo exitoso de la moringa.